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El lunes estuvimos exponiendo ante la clase lo
que había supuesto leer mal de escuela para cada uno de nosotros, hubo
exposiciones grupales e individuales, mejores y peores, algunos no les dio
tiempo para exponer, pero lo importante es que todas reflejaban el objeto de dichas
exposiciones, que era explicar lo que había significado leer mal de escuela
para cada uno de nosotros. Las exposiciones estuvieron bien pero donde de
verdad vimos el significado de éstas fue cuando salían varios grupos que habían
expuesto y comentábamos entre todos los fragmentos escogidos por nuestros
compañeros y lo que significaban para ellos y para nosotros, ya que en ese
momento es donde se apreciaban los distintos puntos de vista que teníamos acerca
de un mismo fragmento o significado de alguna situación del libro.
Dentro de
estas exposiciones, una de las que más me gusto fue la de nuestro compañero
Norberto, que a través de unos ejercicios sencillos, nos hizo pensar a todos y
ponernos en el papel de lo que en el libro se denominaba “zoquete”. Nos hizo ver como algo tan sencillo como un juego de
dibujar líneas, se hacía poco interesante ante la imposibilidad de resolverlo
por nuestra parte, justo como les pasa a los zoquetes del libro, que cuando ven
que no entienden la lección y no ven forma de aprenderla, se desaniman y pasan
a pensar que dicha lección no es interesante y que no sirve para nada. Después al
enseñarnos esas frases, te hace ver q realmente lo que es para el zoquete no
poder aprender algo que para los demás se supone que es fácil.
Hubo más
exposiciones que me gustaron pero ésta fue la que más.
Por lo
tanto para mí, la clase del lunes fue significativa en cuanto a valorar la
lectura de “Mal de Escuela”, además de
reflexionar sobre alguna situación que aparece en el libro y se refleja en la
realidad, que yo al leérmelo no había visto desde ese punto de vista.